Se acabó mayo, ¡no lo puedo creer!
Este mes terminé tres de los cinco libros que me propuse leer, y eso me hace sentir muy feliz. Estas fueron las historias que me acompañaron y las calificaciones que les di:
Al libro de Adam Silvera, Al final mueren los dos, ya le hice su propia reseña. Es una historia preciosa sobre dos personas que se conocen y se hacen amigos en la recta final de su vida. Si te gusta la literatura de ficción juvenil con temas LGBTQ+, este libro te va a conmover y lo vas a disfrutar. Si quieres leer mi reseña completita da click aquí.
Los juegos del hambre de Suzanne Collins fue un libro que escuché en audiolibro. Lo compré a través de Audible de Amazon. La verdad es que esta saga (también juvenil) me atraía desde hace años, pero no me había animado. Elegirla en audiolibro fue la mejor decisión. Yo iba en el auto haciéndome cada vez más fan de Katniss y Peeta. Si quieres que haga una reseña de este libro déjame un comentario.
Ahora sí, hablemos de mi libro favorito del mes: Lecciones de química de la autora Bonnie Garmus. Esta novela está situada en los años 60, una época en la que ser mujer era bastante complicado debido al sexismo tan descarado que existía. Nuestra protagonista es una mujer que desde su nacimiento estuvo rodeada de situaciones que la marcaron: unos padres que nunca se preocuparon por su bienestar y un hermano que tras no soportar el maltrato de sus padres termina suicidándose.
Al pasar los años, Elizabeth se convierte en una científica apasionada de la química. Y los problemas continúan porque no le permiten concluir sus estudios ni desarrollarse como mujer de ciencia, por eso, porque es una mujer. Suena absurdo, pero es que hoy en día todavía existen casos como este.
Ya en su lugar de trabajo, nuestra protagonista no deja de sufrir casos de abuso, sexismo, discriminación y plagio de su producción académica. Un día conoce a Calvin, con quien logra formar una relación de respeto y admiración, pero cuando Calvin fallece, Elizabeth se enfrenta nuevamente a un reto: ser madre soltera de una niña en medio de una sociedad sexista y machista.
Hay otros personajes entrañables en esta historia como Mad, la hija de Elizabeth y Calvin quien crece con toda la influencia positiva de su madre, pero que también tiene que enfrentarse a situaciones desagradables. Y también tenemos a Seisymedia, un perro increíble que Elizabeth adopta tiempo atrás. Me pareció genial que Seisymedia, si bien no se comunicaba con palabras con los humanos, sí tenía diálogos en el libro.
En resumen, esta historia te lleva a ser parte de la vida de Elizabeth, a sufrir y a luchar con ella, con Mad y por supuesto, con Seisymedia. Te quiero Seisymedia, fuiste mi personaje favorito.
Algo que me encanta de leer en Kindle es que puedo subrayar mis frases favoritas y después tenerlas en un documento todas juntas. Te comparto mis frases favoritas de este libro:
- "Cuando alguien quiere un perro, por lo general acude a un criador o a una perrera, pero hay veces, sobre todo cuando está predestinado que así sea, en que el perro ideal te encuentra a ti".
- "Elizabeth era una de sus científicos más innovadores. No reconocida, qué duda cabe, aunque ella se comportaba como si tuviera conciencia de su valía. No pasaba una semana sin que el centro recibiera alguna queja respecto a ella: por el modo en que manifestaba sus opiniones, por su insistencia en que acreditaran sus publicaciones, por negarse a preparar el café; la lista era interminable".
- "Toda empresa tiene su cuota de idiotas. Suelen causar buena impresión en las entrevistas".
- —Estoy confundida. Me despiden por haberme quedado embarazada sin estar casada, pero ¿y el hombre qué? —¿Qué hombre? ¿Se refiere a Evans? —preguntó Donatti. —Cualquier hombre. Cuando una mujer se queda embarazada sin estar casada, ¿se despide también al que la dejó embarazada? —¿Qué? ¿De qué habla? — ¿Habrían despedido a Calvin, por ejemplo?
- "La pérdida de un ser querido acostumbra a revelarte una obviedad: que el tiempo, como se suele decir aunque luego se olvide, es un bien muy preciado".
- "No era de extrañar que los humanos no entendieran a los animales. Apenas se entendían entre ellos".
- "Un nombre masculino parece que tiene más autoridad, ¿no cree? —No —dijo Elizabeth. —Ni yo tampoco".
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